Julio Verne guionista de cine. Por Virginia Seguí Collar
Aunque inicialmente seducido por el teatro en el que dio sus primeros pasos; tras trabar amistad con el fotógrafo Gaspard-Félix Tournachon más conocido por Nadar, su interés por las innovaciones técnicas y los descubrimientos geográficos avanzó hacia la novela de ficción, consiguiendo reunir aquello que para el siglo XIX se convirtió casi en un paradigma: aprendizaje y entretenimiento. Sus obras fueron para los pioneros del cine una fuente de creación y sus guiones aparecen en fechas muy tempranas.
Julio Verne guionista de cine. Por Virginia Seguí Collar
Dentro de esa larga tradición que para el cine ha supuesto la literatura no podría dejar de existir una fuerte atracción por la de aventuras, y en este caso iríamos más allá de las meras aventuras y añadiríamos también la existencia de un gran interés por la ciencia y sus avances, que sin duda, está muy presente en la obra de Julio Verne, escritor francés clasificado como uno de los mejores representantes del género, en la especialidad romántica y pseudocientífica que significaría los inicios de la ciencia ficción. Aunque inicialmente seducido por el teatro en el que dio sus primeros pasos; tras trabar amistad con el fotógrafo Gaspard-Félix Tournachon más conocido por Nadar, su interés por las innovaciones técnicas y los descubrimientos geográficos avanzó hacia la novela de ficción, consiguiendo reunir aquello que para el siglo XIX se convirtió casi en un paradigma: aprendizaje y entretenimiento. Sus obras fueron para los pioneros del cine una fuente de creación y sus guiones aparecen en fechas muy tempranas.
El también francés Georges Méliès, pionero de la cinematografía, eligió la obra de Verne: De la tierra a la Luna, publicada en 1865 (Fig1), que junto con la de H.G. Wells: Los primeros hombres en la Luna sirvieron de base para una de sus creaciones: Viaje a la Luna (Fig.2) película realizada, en colaboración con su hermano Gastón, en 1902 de una duración aproximada de 15 minutos, en ella podemos visualizar el primer alunizaje de seres humanos lo que no sería una realidad científica hasta julio de 1969, e incluso la aparición en la pantalla cinematográfica de los primeros selenitas o habitantes de la Luna. Méliès realizará, en 1904, un nuevo film sobre el mismo tema en esta ocasión de unos 20 minutos de duración bajo el título de Viaje imposible.
La imaginación de Verne le llevó a inventar una historia que con el tiempo se ha hecho, en parte realidad, y que presenta, incluso, similitudes con el programa estadounidense de investigaciones sobre la Luna conocido como: proyecto Apollo. La obra de Verne será nuevamente utilizada como guión cinematográfico en 1958, bajo la dirección de Byron Haskin, y protagonizada por: Joseph Cottens, Georges Sanders, Debra Paget y Don Dobbins.
El propio Méliès en 1907 eligió otra obra de Verne para crear un nuevo espectáculo cinematográfico que exhibir en sus salas de proyección: Veinte mil leguas de viaje submarino, en esta ocasión son las profundidades marinas y sus posibilidades de recreación lo que deben atraerle, después del espacio el fondo de mar, lugares inhóspitos para el ser humano en los que éste tiene que hacer frente a peligros entonces desconocidos.
Habría que hablar aquí y explicar que Julio Verne había iniciado en 1862 una colaboración con el editor Pierre Jules Heztel, quien le había contratado sus colaboraciones por un espacio de veinte años, en la publicación destinada a la juventud: Magasin d’éducation et de récréation, en la que bajo el título genérico de Viajes Extraordinarios y en forma de folletín Verne publicaría gran parte de sus obras. En 1869 aparecería: Veinte mil leguas de viaje submarino. En 1916 fue nuevamente elegida como guión en este caso de la obra dirigida por Stuar Patton que tenía en el papel estelar de Capitán Nemo al actor Allen Holubar; producción estadounidense en la que aparecen por primera vez escenas submarinas realizadas por los fotógrafos Ernest et George Williamson que realizarán las primeras fotografías en este medio, utilizando un complejo sistema, ideado por ellos, de tubos y espejos convenientemente instalados en aguas marinas poco profundas pudieron captar estas primeras imágenes del fondo del mar.
En 1954 y producida por Walt Disney se rodará una nueva versión dirigida por Richard Fleicher en la que participaron como actores protagonistas: Kirk Douglas, James Mason, Paul Lukas y un largo etcétera que sería prolijo citar. La película británica dirigida por James Hill, en 1969 será una versión más de la obra de Verne. Existiendo también una versión para la televisión, rodada en 1997, dirigida por Rod Hardy, con el inglés Michel Caine en el papel de Nemo.
Otra obra elegida en fecha temprana para su uso como guión cinematográfico es Miguel Strogof, obra que relata las aventuras del protagonista correo del zar en su lucha contra los tártaros; publicada por Verne en 1876, su autor se adentra en otro de los grandes temas del siglo el conocimiento geográfico del mundo, de un mundo lejano y desconocido para la sociedad occidental, lo vive también como un reto del hombre moderno; se convirtió en película en 1910 bajo la dirección de J. Searle Dawley, se sabe poco de esta producción norteamericana al parecer creada en la manufactura de Eddison y protagonizada por Charles Ogle, Mary Fuller y Marc MacDermott. En 1914 dirige una nueva versión Lloyd B. Carleton, con guión basado en la obra de Verne y adaptado por Benjamin S. Kutler, teniendo en el papel estelar de correo del Zar al actor J. P. Adler y a Daniel Macarenko como Iván Ogaref. En 1926 nuevamente una versión muda, en esta ocasión producción franco-alemana, bajo la dirección del ruso de origen ucraniano Viktor Tourjansky, film de tres horas de duración en el que Tourjansky, ayudante en ese mismo año de Abel Gance en el rodaje de su Napoleón, consigue una verosímil recreación de la novela de Verne, llegando a utilizar en el rodaje a unos 4000 soldados, incluyendo caballería, prestados por el ejército para la realización de las batallas entre rusos y tártaros.
En 1936 una versión alemana dirigida por Richard Eichberg. En 1937 tenemos una versión a cargo de Jacques Baroncelli con Anton Walbrook, Colette Darfeuil y Armand Bernat como protagonistas. Poco después, en 1939 y bajo el nombre El soldado y la dama, aparece la versión realizada por George Nichols Jr. y Richard Eichberg, también protagonizada por Anton Walbrook, además de Elizabeth Allan, Margot Grahame y Akim Tamiroff. El mexicano Miguel M. Delgado rueda una nueva película sobre el tema en 1944, apareciendo como guionista, además de Verne, Joseph N. Ermolieff. En 1956 el film francés dirigido por Carmine Gallone recrea nuevamente la obra, apareciendo como guionista Marc-Gilver Sauvajon y teniendo como protagonistas a Curd Jürgens, Geneviève Page y Sylva Koscina. En 1955 una versión brasileña dirigida por Luiz Gallon. La producción italogermana dirigida por Fabrizio Costa en 1999, es una versión del tema, que tiene por protagonistas a Paolo Seganti, Léa Bosco y Hardy Krüger Jr. En 2004 una película francesa de dibujos animados retoma la miniserie de televisión a cargo de Bruno-René Huchez de 1997 sobre el tema, rodando ahora, junto con su hermano Alexander un flims de animación.
La Sociedad Pathé Freres, fundada en 1896 por Charles, Emile, Théophile y Jacques Pathe, que aunque fundada en principio como promotora del Phonográfo pronto amplió su campo de acción al campo cinematográfico tras comprar en 1902 la patente a los hermanos Lumiere; lo que les permitió organizar la producción y exhibición de películas en cadena convirtiéndose en los mayores competidores de Mèliès. En 1910 elegirán como guión de una de sus películas, otra de las obras más famosas de Verne: Viaje al centro de la tierra, en ella presenta nuevamente un viaje extraordinario, esta vez será una expedición a los confines de la tierra; un antiguo manuscrito nórdico del siglo XII intenta emular el viaje, al centro de la tierra, que en él se describe; y acompañado de su sobrino Axel y el guía islandés Hans; inicia el descenso desde el Sneffels famoso volcán islandés; en la descripción del viaje al centro de la tierra, Verne despliega eficazmente todos sus conocimientos científicos a través de la descripción de muchos de los descubrimientos que se estaban produciendo entonces, como la lámpara del minero, el tubo Geissler, etc, y nos plantea la existencia de un mundo interior fantástico, un mundo perdido en el que, ante la falta de glaciaciones, los animales prehistóricos han sobrevivido presentándonos lo que puede considerarse un adelanto de del Parque Jurásico de Spielberg.
En 1958 la obra fue retomada por la Fox que bajo la adaptación de Charles Brackett rodó, en cinemascope, una nueva película dirigida por Henri Levin, teniendo como protagonistas principales a Pat Boone, James Mason, Arlene Dahl, Peter Ronson, Diane Baker, Thayer David, Alan Napier entre otros; son notables sus efectos especiales y fue nominada por la Academia en varias categorías: mejor dirección, mejores decorados y mejores efectos especiales y el mejor sonido. La versión más reciente es de este mismo año y está dirigida por Eric Brevig.
En 1912 será el primero de sus Viajes Extraordinarios: Las aventuras del capitán Hatteras, la obra seleccionada, volviendo a hacer gala de una gran visión ya que el tema tratado por Verne en esta obra es la conquista del Polo Norte, estamos pues ante otro gran reto para el espíritu emprendedor del hombre moderno. Basada en la hipótesis de la existencia de un mar polar libre de hielo defendida por el geógrafo August Peterman, permite nuevamente a Verne adelantarse a su tiempo ya que la ruta seguida por el capitán Hatteras será similar a la de Markemson; la realidad es que el polo Norte fue alcanzado por Roer Peary apenas cuarenta años después de publicarse la novela. También menciona a algunos cronistas islandeses, relatando la existencia de aldeas en Groenlandia, poniendo al alcance de todos lugares geográficos desconocidos y el estudio etnográfico de pueblos hiperbóreos, como los esquimales. La versión cinematográfica se estrenará bajo el título de La conquista del Polo siendo su autor, nuevamente Georges Méliès, con una duración de treinta minutos.
Los hijos del capitán Gran es una obra de Verne, al parecer muy popular en Rusia imperial, la primera versión existente es la producción francesa dirigida, en 1913, por Roussel. En 1936 una versión rusa dirigida por Vladimir Vajnshtok y David Gutman con guión adaptado por Oleg Leonidov, la banda original a cargo de Isaak Dunayevsky. En 1962 una versión musical dirigida por Robert Stevenson y producida por los estudios Disney, con música de los hermanos Sherman, interviniendo como protagonistas Maurice Chevalier y Georges Sanders y Hayley Mills.
En 1914 una nueva obra de Verne es elegida como guión, en esta ocasión se trata de La vuelta al mundo en ochenta días, el tema permite a su autor presentar al lector y después al espectador todos los avances de la ciencia en el mundo de los transportes, pues nuestro héroe, el inglés Phileas Foog, recorrerá el mundo en ochenta días valiéndose de los medios de locomoción más modernos y veloces, ayudado de su pericia, sus conocimientos geográficos y científicos consiguiendo ganar su apuesta y además correr mil aventuras.
La versión cinematográfica es una producción americana de la que poco más sabemos. La escarizada versión de 1956 está dirigida por Michael Anderson y protagonizada por David Niven y Cantinflas y ganó cinco de los ocho Oscar para los que estaba nominada. En 1962 una versión belga a cargo de Lode Verstraete.. En 1972 una producción australiana para la televisión dirigida por Leif Gran y Walt Disney realizó una adaptación en 1986
En 1921 se selecciona Matias Sandorf, obra en la Verne hace un homenaje póstumo a Alejandro Dumas padre, al inspirarse para algunos puntos de su argumento en El Conde de Montecristo; la versión cinematográfica es una producción francesa muda producida por Henri Fescourt. Existe otra versión de 1963 dirigida por Georges Lampin.
Otra de las obras importantes de Verne utilizada en varias ocasiones como guión cinematográfico es La isla misteriosa, publicada en 1874 y que forma una especie de trilogía junto a Veinte mil leguas de viaje submarino y Los hijos del capitán Grant. La acción transcurre durante la guerra de Secesión americana de la que los protagonistas huyen utilizando un globo aerostático con el que llegan a la imaginaria isla Lincoln, donde sobreviven como robinsones gracias a los conocimientos del ingeniero Ciro Smith y a la misteriosa ayuda de algún desconocido benefactor, que finalmente acabará siendo el capitán Nemo, que vive a bordo de su submarino el Nautilus en un paraje oculto de la isla; y que observa detenidamente los inventos de los que es capaz el profesor Ciro para sobrevivir en una isla desierta, gracias a sus conocimientos de física, química y agricultura y que admirado por ello en un momento dado comienza a ayudarles, pero sin desvelar su identidad hasta el final.
La versión cinematográfica comenzó a gestarse en 1926 pero surgieron problemas y no será hasta 1929 cuando puede considerase terminada, incluyendo algunas tomas y secuencias de la anterior, dirigida por Benjamin Christensen y Lucien Hubbard que también adaptó el guión, siendo algunos de sus protagonistas: Lyonell Barrymore, Jaqueline Gadsden y Lloyds Hughes. En 1941 existe una versión rusa, dirigida por Eduard Pentslin. En 1951 una versión inglesa bajo la dirección de Spencer Gondon Bennet, en 1961 otra versión inglesa dirigida por Cy Endfield con Michael Craig y Joan Greenwood. En 1973 una producción española a cargo de Juan Antonio Bardem y Henri Colpi, con Omar Shariff como el capitán Nemo.
Unida a la anterior por las investigaciones de Nadar sobre aerostación y su promoción de los vuelos en globos aerostáticos desde los que realizó en 1858 la primera fotografía aérea; está otra de las creaciones de Verne: Cinco semanas en globo, que también ha suscitado interés en el mundo cinematográfico, existiendo la versión inglesa de Irvin Allen en 1962 con Red Buttons como protagonista.
Estas son las principales obras de Julio Verne llevadas al cine, existen algunas más, como Dos años de vacaciones, Robur el conquistador, Las tribulaciones de un chino en China, etc. podríamos seguir citando obras, pero creemos que con lo expuesto hemos cumplido nuestro trabajo: destacar la obra de un novelista romántico como uno de los primeros hombres poseedor de imaginación y capacidad visionaria importantes, tanto que muchas de sus imaginaciones hoy son para nosotros realidades que vivimos como algo natural, no como las aventuras fantásticas que eran para nuestros antepasados.